Cada cierto tiempo y cuando las organizaciones internacionales del
entretenimiento perciben que algún producto musical se está
agotando, deciden -ayudados por sus cazadores de modas- ,que ha
llegado el momento de lanzar otro nuevo estilo ruidoso o sonoro.
Muchas veces no pasa nada con el intento, pero cuando tienen
suerte y es bien recibido especialmente por la juventud ,le inyectan
cuantiosos capitales y complementos atractivos (un baile, una forma
de vestir, una jerga ,una forma del canto y por supuesto un costoso
impulso en los medios masivos de sugestión etc) para crearle un
ambiente favorable que incite a otras personas manipulables a
participar del estreno.
Los artistas con nombres sugestivos , los discos, los sitios ,las
pandillas , las anécdotas, los videos y mucho movimiento y ruido que
hacen las motocicletas, los autos de lujo o las balaceras y las
drogas , todo eso forma parte de la novedad que se quiere vender a
una juventud que no tiene cultura general y mucho menos criterio y
formación musical que le ayude a juzgar si una obra tiene valor
artístico o por el contrario carece de él.
En general lo nuevo que se estrena despierta expectativa y ganas de
entrar en el círculo de moda , frente a lo bello tradicional o
clásico existente que ya no mueve a la juventud y con lo cual ya no
se pueden hacer negocios y ventas sorpresivas millonarias , ni
organizar conciertos en estadios o presentaciones patrocinadas en
televisión. Tristemente lo nuevo mata lo hermoso .
El reguetón parece estar asentado en elementos diferentes de fusión
musical ,donde hay mezcla de muchos ritmos y poco aporte original de
alguno propio. Quizás en ello reside su éxito , pues toma elementos
válidos y probados de otros géneros latinos para guiar sus rutinarias
incursiones .
Menos original ha sido el baile introducido, tomado y exagerado de
la terapia o la champeta cartagenera ,donde la mujer es un simple
objeto manipulado por las exigencias del hombre y con la gravedad de
que ésta situación denigrante es aceptada pasivamente por muchas de
las féminas , que se prestan para el espectáculo de reducirlas a
mostrar nalgas y tetas en provocativos movimientos frente al macho
matón y semental irresistible que las somete como esclavas.
Como temática destacan en el reguetón su desmesurada obseción por
el oro como símbolo de triunfo personal , mientras se evidencia una
mansedumbre social y política y por el contrario se ensaña en su
canto unísono y poco exigente ,en un tratamiento sexual machista
ilustrado a través de un permanente lenguaje ordinario y descarnado
donde la mujer no pasa de ser un vehículo "que le gusta la gasolina."
El reguetón - ésta nueva plaga contemporánea- ya ha cumplido cinco
años, cuando desde Puerto Rico y Panamá se le dio cuerpo e impulso
latinoamericano. Ha durado demasiado para su mediocridad.
Ya se sabe que es una fusión de ritmos acentuada con un beat
constante y con un canto , que sólo es exigente en alguna capacidad
de improvisación y donde los textos muestran francamente la
intención de posesión de bienes de lujo o de sexo superficial y
directo sin amor y sin pasión ,muy están acorde con el baile
excitante que promueven .
Espero que ésta epidemia creada deliberadamente por fabricantes de
novedades ,pase pronto como también se lo deseamos al merengue
acelerado y cretinizado, a la salsa romanticona, El rancherato
pobre ,el sonido ligero miamense, y otras boberías grabadas y
publicitadas. Pero claro lo definitivo será cuando la juventud reciba
y obtenga educación y formación general y musical amplia y sólida
para valorar lo que se le ofrece.
A los dueños y gestores de estas pobres excentricidades
hay ,desearles que les vaya bien en los negocios y que algún día
inviertan en algo más substancioso sus grandes utilidades a costa de
unos juvenícolas que sin criterio musical propio se dejan manipular.
Frente al reguetón idiotón,
prefiero la orquesta Aragón
tocando un delicioso son
y brindando con un buen trago de ron